lunes, 3 de agosto de 2015

¿ESTAMOS PREPARADOS PARA EL CAMBIO CLIMÁTICO?




Es momento de entender que el cambio climático es un hecho. Las grandes economías están asumiendo un liderazgo en el tema, pero no nos podemos quedar atrás. El informe que realiza cada dos años KPMG en colaboración con el Oxford Economics y publicado por Change Readiness Indexrevela cuáles son los países mejor preparados.


Tenemos que considerar que el cambio climático es un hecho, que el mitigarlo es un deber que las grandes economías ya se preparan a asumir (recordemos que Barack Obama acaba de lanzar su plan al respecto), pero que además es un evento al que debemos adaptarnos.

En el informe recientemente publicado por Change Readiness Index -CRI (Índice de Preparación Para el Cambio)que realiza cada dos años KPMG en colaboración con Oxford Economics, al cual se refiere un interesante artículo publicado por Daniel Fajardo en hubsustentabilidad, se revisan cuáles son los países mejor preparados para el cambio climático. 

De acuerdo al informe, los diez países que están más altos en el ranking de adaptación son: Singapur, Suiza, Hong Kong-China, Noruega, Emiratos Árabes, Nueva Zelanda, Qatar, Dinamarca, Suecia y Finlandia.

Los resultados son de gran interés, pero quisiera destacar hoy dos datos a mi juicio relevantes:

1) No es necesario ser un país rico o desarrollado económicamente para poder adaptarse al cambio climático.
2) Los países con más altas calificaciones como economías inclusivas tienden a obtener mejores resultados en cuanto a su preparación para el cambio climático. 

Como adelantaba, un revelador antecedente del estudio, es que naciones con pocos recursos pueden superar a las grandes economías en cuanto a capacidad de mitigar y adaptarse al cambio climático,  en la medida en que cuenten con una administración gubernamental sólida, una base social que apoye las acciones asociadas al cambio climático, y un entorno empresarial que también sea favorable a la adaptación. El poder crear esas condiciones, debería ser por lo tanto un objetivo fundamental de quienes nos gobiernan.

Otro dato relevante, es que de acuerdo al informe, los países que están más altos en el ranking sobre crecimiento inclusivo, se encuentran entre los países mejor preparados para el cambio climático. Al respecto, llama la atención la alta presencia entre los "top ten" de la adaptación, de ciertos países de Europa que además tienen rangos de desigualdad muy bajos (de acuerdo al índice GINI del Banco Mundial), y por lo tanto, que han experimentado este crecimiento inclusivo, los que además gozan de altos índices de calidad de vida: Noruega, Dinamarca, Suecia y Finlandia. Estos nombres se repiten además como referentes en cuidado ambiental, sustentabilidad empresarial, urbanismo sustentable, alto uso de transporte público, etc.


Esto nos lleva a detenernos en el tema del crecimiento inclusivo, y como esta forma de observar el desarrollo puede ser fundamental para la adaptación a lo que se viene. Ahora,  ¿en qué consiste el crecimiento inclusivo?.  Según Min Zhu, Subdirector Gerente del FMI, no existe una definición de crecimiento inclusivo universalmente aceptada, pero si elementos comunes en todas ellas, y que coinciden en que éste supondría: fomentar el crecimiento promoviendo al mismo tiempo el empleo productivo; asegurar la igualdad de oportunidades, y corregir las desigualdades que surgen como resultados del crecimiento y que afectan a los sectores más vulnerables de la población, lo que en buenas cuentas implica reducir en forma efectiva las brechas de desigualdad.


Sabemos que no hay un camino para enfrentar al cambio climático, y que el análisis particular de la situación de cada país es lo que nos va a dar luces respecto de cómo abordar el desafío de mitigarlo y adaptarnos, pero los antecedentes que entregan estudios cómo estos son relevantes para que como país reflexionemos acerca de del desarrollo que queremos tener, especialmente cuando se alzan voces que reclaman hoy por los índices de crecimiento en Chile, sin reparar en sus costos sociales y ambientales. Un crecimiento sin disminución de las brechas de desigualdad, que no nos permita hacernos cargo de desafíos como educación o medio ambiente, no nos lleva al desarrollo sustentable y ciertamente no nos ayuda a prepararnos de mejor manera para el cambio climático.


Macarena Muñoz Valenzuela
Abogado Especialista
Derecho Ambiental y Sustentabilidad

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